"Se necesitan dentistas ambidiestros"

Bruno Busacca

Hace pocos días, Bruno Busacca, el decano de la mejor escuela de negocios de Italia SDA Bocconi, concedía una entrevista al diario El Mundo donde auguraba que "los profesionales 'ambidiestros' serán los líderes del futuro".

Y evidentemente no se refería a la capacidad de utilizar ambas manos -lo cual sería muy útil cuando tienes que atender un paciente y estés trabajando solo- sino a las habilidades que debería poseer un profesional para combinar y encontrar el equilibrio y así ejercer un liderazgo responsable.

Puede parecer contradictorio como él mismo lo menciona, pero competir y colaborar son dos extremos que un líder no debe perder de vista; ser capaz de ofrecer resultados pero garantizando la sostenibilidad de los recursos y siendo transparente para ofrecer una imagen clara de los resultados, además con claras cualidades como la imaginación que describe como "imprescindible para ser innovador".

En resumen, un líder del futuro debería: 

Estar comprometido con la organización y compartir sus valores.

Tener una visión a largo plazo.

Ser transparente y responsable en su gestión.

Ser imaginativo.

Ser innovador.

Definitivamente, recogiendo estos conceptos, los odontólogos que sean ambidiestros serán los líderes del futuro.

¿Cómo enfocar la innovación en la educación odontológica desde la Gestión?

Hoy gracias a una entrevista que me han realizado para el blog de Odontoinnova, he pensado en abrir mi propio blog donde poder plasmar mis ideas y compartir lo que he ido aprendiendo en mis años de trabajo en el ámbito de la docencia y la práctica odontológica.

Uno de los aspectos más comunes en la gestión de la innovación, es la tendencia a controlar los niveles de osadía en la generación de cambios y mejoras, por temor al riesgo. En Odontología en la Universidad Europea de Madrid se están introduciendo cambios tecnológicos y metodológicos de importante calado. ¿Qué te ha significado asumir ese reto?   

Para mí han implicado un gran desafío y una tarea apasionante porque me permite completar la triada que creo que todo proceso en innovación en educación en odontología debe contemplar: por una parte el aspecto pedagógico liderada por los docentes  sobre el cual debe pivotar toda revolución en educación; el aspecto tecnológico que es el que aporta las herramientas para llegar al alumno y a la vez conectarlo con la realidad que queremos recrear lo más cercano posible a lo que sucederá en su profesión y una parte no menos importante que es la gestión de talento y recursos que debe de existir acompañando todo esto.

La gestión,  para mí, no se encuentra en la punta de una pirámide, encabezando  una estructura vertical o dentro de 4 paredes, sino más bien debería desarrollarse en una organización de manera concéntrica y donde sus “capas” interactúen intensamente;  y esta visión que compartimos los que estamos trabajando en la titulación es la dinámica que estamos implementando. 

Mi función no sólo es apostar por el cambio como tu bien mencionas, sino dimensionarlo y planificarlo. Toda decisión implica un riesgo –positivo o negativo- y ello se basa  en un profundo conocimiento de la organización interna en cuanto a capacidades y recursos, y también conocer el exterior: las tendencias en el sector, conocer sobre innovación en docencia, tecnología, etc. y con todo ello intentar predecir lo que sucederá. Evidentemente siempre existe un margen de error, pero estos se minimizan cuando hay una planificación dentro de un proyecto estratégico a largo plazo. 

Por ello,  la gestión sería más bien la capa externa y llena de poros a través de los cuales la estructura respira y se alimenta de lo que sucede en el exterior: aprendemos, nos adaptamos a lo que sucede en el exterior, lo analizamos, ensayamos –y también erramos, también esto es parte de la innovación- avanzamos y devolvemos al exterior nuestro aporte. 

Como has experimentado, en este proceso es fundamental la comunicación y la confianza de que somos un equipo que avanza hacia la misma dirección. 

Soy consciente que los cambios no siempre son percibidos con la inmediatez que nos gustaría, pero confío en que estamos haciendo un gran trabajo de equipo, que seguro no sólo nos reportará mejorar como titulación, sino aportar a la sociedad desde la perspectiva de la formación de los futuros profesionales de la odontología.